Resaca Electoral y Tal

Paso total de hablar de política (más allá de este párrafo) y de cómo la gente ha votado porque a cada cuál lo suyo... lo único que me jode son los maricas de derechas que venden sus derechos a dos pesetas. Mira, no seré yo quien defienda a Zapatero ni a su política económica (faltaría más) pero la igualdad de los derechos de los maricas y bolleras la tenemos gracias a su partido, nos guste o no, y el PP sigue adelante con su recurso de inconstitucionalidad... me podréis venir con milongas, pero para mí ser igualito y no ser segregado por una palabra aún me preocupa... como me preocupa que la gente castigue la política de derechas del gobierno votando a la (ultra)derecha... [fin de párrafo]

Vaya finde que he pasado de borracho asqueroso, gentes. El viernes estuvimos en la presentación del libro de un amigo, como ya os dije el viernes, y al final acabé borrachérimo,... ¡las malas influencias! El sábado tenía un dolor de cabeza (más comúnmente llamado resaca) taaaan gordo que tuve que vomitar, con perdón, mientras Lolo me daba la chapa y me decía eso de ya te lo dije, ya te avisé... esas cosas que te encantan que te digan (aunque tengan razón) después de vomitar, vamos. Se supone que íbamos a celebrar el fin del mundo, pero yo me quedé hecho una bolita en la cama... De todas formas, ya sabéis que el fin del mundo al final empezó ayer por la noche, ¡jajaja!

El sábado salimos de casa por la tarde y nos acercamos a Sol, a la famosa acampada de cuyo nombre no sé si ahora me quiero acordar, y al mercado de San Antón, en Chueca, que ha quedado estupendo. Se me pasó la resaca y, al final, acabamos saliendo por ahí. Hacía una noche estupenda, así que al final no dimos muchas vueltas: encontramos una mesa en la terraza del Nike y ahí echamos las horas y los cachis/minis/macetas/litros... ¡Por dios! ¡Qué de maricas hay en Madrid! Y qué pequeño es este país, que te reencuentras con maricas de toda España... y del Facebook, pero como no se me saben la cara no saludan,... Bueno, la mitad tampoco lo harían porque suelen ser de esas de mírame-y-no-me-toques... ¡Qué manía las maricas estiradas!

De ahí nos fuimos al 51, que sigue poniendo las copas a precios populares, y no seguimos al Shangai porque es un dolor... ese sí es el santuario de Santa María Estirada de la Santa Cueva... la mitad de las veces sólo te dan ganas de decir una cosa:

Perdona, pero no eres tan guapo para ser tan imbécil.

... y con esta maravillosa frase os dejo, que es la hora de comer y tengo hambre...