Renglones torcidos…

Resulta que a este país ya no lo paralizan ni las crisis ni las nevadas ni la Conferencia Episcopal (ya les gustaría a estos, ya…), pero el viernes todo el mundo estará pendiente de cómo la arrabalera…

[Sírvase usted mismo del DRAE:

1. adj. Habitante de un arrabal. U. t. c. s.

2. adj. coloq. Dicho de una persona: Que en su traje, modales o manera de hablar da muestra de mala educación. U. t. c. s.]

… la arrabalera, decía, de San Blas estrena su nueva cara en ese programa que es el resultado del coito de un súcubo y el cadáver de Jabba el Hutt… Ya hoy mismo ha causado sensación en los medios y en internet mientras se iba multiplicando la noticia de la portada de Lecturas, que tiene la exclusiva de desvirtuar la palabra que le da nombre y de monstrarnos lo que debería permanecer oculto…:

Huys, perdón...:

Bueno, he de admitir que la chica ha quedado bien, muy bien, al menos en comparación con lo que era antes, pero el problema de esta chica es que es el objetivo de cierto refrán: aunque la mona vista de seda, mona se queda. Ahora resultará más ordinaria aún con esa cara tan angelical que le han esculpido. Por cierto, ese cirujano obra milagro.

Y nada, todo el mundo querrá ver a la Esteban porque es el orgullo de la mediocridad, el deslengüerío y el relativismo que triunfa en forma de esperpento en este país en el que cada vez se ensalza más al mediocre y el mediocre se crece más en su propia pila de fango. Con esto se podrían abrir debates sobre la televisión, la educación en los colegios y en casa de cada cual, pero resultaría bastante estéril, así que quedémonos con el hecho de en qué lugar va a quedar un país que de forma masiva verá las campanadas de Tele 5 porque las da la Esteban recauchutada… y no, no es por seguir la broma, no… lo mismo que la vergüenza del chikichiki, que muchos lo esgrimían como protesta ante el monopolio eslavo en el festival de Eurovisión que tanto detesto, por cierto. No, señores, no. Se hacía porque en este país no distinguimos la broma del escarnio, y así nos va, claro.

Mierda. Me acabo de leer y sueno a columnista barato… Ea, Esteban, sigue así y sigue siendo tan de derechas, hija, que te da justo el barniz que te falta… Horror… ahora he parecido un columnista barato y, encima, de El País. Paro ya, que me pierde la palabra.