De Excursion por Segovia II

¿Dónde me quedé? Ah, sí: muertos de tanto paseo…

Bueno, después de visitar el museo de Segovia, que es muy interesante tanto por el contenido como por el continente, que está distribuido como un laberinto de subidas y bajadas y espacios, un poco, salvando mil distancias, a lo Escher pero respetando las leyes de la física de nuestro universo, claro… después de esto, digo, nos fuimos a casita a cenar, porque Anfitrión cocina muy bien, un risotto ai funghi. Teníamos intención de dar una vuelta, pero nos pusimos a ver Mujeres al Borde y yo caí en brazos de Morfeo antes de que Carmen Maura tirase el contestador por la ventana.


Después de dormir chorrocientas horas (bueno, yo) nos despertamos y nos fuimos a ver Segovia City, claro… Muchas cosas que ver y mucha fotografía que os vais a tragar…

Lo primero, el Alcázar, porque si uno, en Segovia no va al Alcázar, ¿dónde va? Pues sí, al acueducto, pero eso va después… Aquí el Alcázar, con sus antiguas salas…


Con sus vistas a la ciudad y la aquella sierra nevada (sí, hacía un frío de cojones)…


Por la última foto, uno no se hace a la idea del tamaño del edificio, y parece más pequeño, pero nops, es enoooorme cuando lo ves desde su perspectiva…


Después visitamos el acueducto, que si por fuera es increiblemente grande, por dentro es estrecho, oscuro y da miedito...

Luego a por las iglesias, que hay unas cuantas… en todas había misa, que era domingo, y en una hasta monjas de clausura (mis preferidas, claro) cantando…


Y después, como debe ser, nos fuimos a comer cochinillo y sopas de ajo, claro, que estaban para resucitar a un muerto, amos… Sin solución de continuidad, fuimos a ver lo que nos quedaba, porque yo, aunque había puente, tenía que volver a mi casita y coger el tren a media tarde… Aquí, la catedral… muy bonita… muy nueva también, claro, pero ¿qué voy a decir yo en siendo de donde soy?



Y como quien no quiere la cosa, el Monasterio del Parral, que los hijos de puta de los franceses destrozaron y expoliaron (entre otras mil cosas) en la invasión napoleónica…


Y muy cerca un pequeño templo de la orden del Temple, muy interesante en su arquitectura, con una capilla interior en el centro sobre pilares… La gente, que es tonta, tiene por cierta esa cosa de que los Templarios eran medio extraterrestres y megamísticos y su puta madre, y como no se sabe a ciencia cierta para que servía tal capilla, la gente tonta-colgada-tarada-loca-newage (y seguro que veganos) se dedica a poner las manos en el altar y meditar, entrar en trance y llorar… y no, no me lo invento, que lo vi con estos ojitos que tengo en la cara, y lo fotografié, claro, claro…


Y después de tanto arte y cultura, Anfitrión me acercó a la estación de AVE de Segovia, que está en el quinto coño… si, si, como a 10 minutos en coche fuera de la ciudad… Superútil ;) Muchas gracias por todo, Anfitrión, que estuvo genial.