Ya llegó el otoño y con él el nuevo color... Ains! Y no sólo en el Mariblog, si no aquí dentro, en don Otto...
Ha sido especialmente genial porque yo, muy dado últimamente a mis crisis existenciales, estuve como al borde de un ataque de nervios el jueves cuando no pude localizarle por teléfono. Os juro que no me reconozco... Tuve que ponerme a llamar a mi amiga Tita, que decía que no se podía creer que estuviese así de desencajao, y luego a ZIH/CIF, cuyo jambo se puso al aparato y me consoló también (qué raro suena esto)... Ni siquiera yo mismo puedo comprender mis reacciones... pero bueno, fue verle el viernes y darme cuenta (por dios, sentaos, agarraos, etc.) de que...
LE QUIERO.
Hala. Ya lo he dicho. Ahora sólo me falta decírselo a él. Cada vez que nos vemos es todo mejor, e irme a dormir con él y despertar abrazado a él es la sensación más grande de paz y satisfacción que he tenido en los dos últimos años, la verdad... Vamos, que no tengo sangre, tengo corrientes de endorfinas varias... Total, que iba a hablar del otoño y nada, a hablar de mi, como en los viejos tiempos... Bueno, pues ese color cálido y agradable que tiene el otoño lo tengo yo también aquí dentro, y me encanta... Y el jueves lo vuelvo a ver, porque el viernes nos vamos a.... ¡El Castitown! ¡El Suissepueblito! ¡Me voy a casa de la Casta, pero la real! Y es que tenemos que organizar la boda, juajuajuajua...
Besooooooooooos a todoooooooooooos. ¡Ah! ¡Y que empieza la tercera temporada de Heroeeeees! A descargarse el S3E00 todos, que es el previo... Y Dexter, y Bones,... Ains! ¡El Amor!