De aca para alla y...

Pues como ya dije, me iba a los madriles y allí llegué sobre las ocho de la tarde del viernes. Ir a dejar las cosas, saludar, y quedar con mi amigo ZIH para ir a cenar. Ibamos a quedar sobre las 9, pero por una serie de circunstancias, a las 9:45 aún estaba en casa. Había llamado para reservar, pero me dijeron que a esa hora no reservaban, que fuesemos directamente. Llamé a ZIH y estaba en casa de unas amigas, entretenido, así que me dijeron cómo llegar hasta allí. No me enteré de nada, pero como sí recordaba la dirección, pues hale, el móvil me guió. Llegué allí, conocí a dos amiguitas de ZIH y me tomé una cerveza y después de un ratito nos retiramos, no sin antes llevarme unos recuerdos...


Nos fuimos pitando al Kolabora! A mi no es un sitio que me quite el sueño. La pasta que te sirven, escasa, las pizzas, pequeñas, el lugar, como si estuviese de primera obra... la carta parece que está pringosa, peeero lo que nos gusta de Kolabora! es un camarero alto y moreno que está muy bueno y es muy simpático, aunque lo que acojona es verle el tatuaje que le sale de la muñeca derecha en forma de llamas... a mi se me encogen todos los esfínteres... Ah!, ZIH y yo le llamamos Jason. Después de cenar, mientras esperabamos el postre, que se debió perder en alguna paradoja espaciotemporal, llamé al señor Adidas Superstar, que a su vez había quedado con Shhhhh! Y nos dirigimos donde estaban (Laan?). Estaban con unos amigos y nos partimos de risa contando un montón de historias, las más divertidas eran del Opus, de Maristas y de no sé qué órdenes más... Empezamos la noche con gran introspección intelectual, como se ve, y después de un par de copas, especiales y normales (todo un misterio) cambiamos de lugar... A dónde? Pues si mal no recuerdo fuimos directamente a...


Sip, Polana. Y mira que yo me había prometido no ir desde el Orgullo, eh? Pero bueno, la verdad es que estaba bien, no muy petado, no demasiado calor, no demasiado humo y la música demencialmente alta, aunque esto último es una manía mía, según parece. También rondaban por ahí algunos tíos muy interesantes (a parte de nosotros, claro está). Después de tragarnos un par de veces a la tal María de Córdoba esa y a sus María's Women (sic) y un presentador que es mono, aunque flacuchín, y que no hace más que intentar parecerse a Jesús Vázquez y un par de bailes pseudocoregrafiados, y después de beber y de hablar de lo humano y de lo divino con ZIH, Adidas y Shhhhh! (por cierto, Dan también iba a estar, pero prefirió quedarse en la cama con fiebre, dolores múltiples y malestar general. Ponte bueno, chico), ya los ojos tornaron a los alrededores. ZIH y yo nos habíamos fijado en dos amiguitos que rondaban mucho, sobre todo después de que yo me marcase un paso de zorra dándoles la espalda y ellos me repasasen la columna con los ojos,... con los ojos y con algo más, porque noté cómo uno de ellos me pasaba la mano desde la nuca hasta el coxis sin ningún disimulo, pero ná, que ahí quedó la cosa. Seguimos cruzándonosles un ratito y ya, a última hora, entró un rubio que estaba buenísimo, se intuían unos
pectorales potentes, unos bíceps fuertes y una gran borrachera. Mucha cara de ser de por aquí no tenía. Tonteamos con la mirada y él vino hasta donde yo estaba, se me puso detrás y me pasó la mano por la espalda y se volvió a su lugar. ZIH, que estaba más receptivo que yo, jajaja, me dijo que hiciera los mismo, y lo hice. Mientras le pasaba por detrás, tenía a mi espalda a esa pareja de antes, los del coxis, y el moreno que me gustaba, al pasar por delante de él, me dijo "por aquí no se puede pasar", con una sonrisa, y yo, señalando al rubiazo, le dije "sí, que este me deja pasar", y ahí me quedé un poco bloqueado, porque me planteé el dilema, claro: la morena o la rubia? Qué verbena!
El señor Shhhh!, que observaba todo con atención, me cogió y me dijo "A ver, que te gusta el rubio?" y pumba! Ya me lo estaba presentando al instante. Gracias de nuevo Shhhhh!, que te debo una, ya lo sabes, jejeje! Pues me lié con el rubio, que estaba cincelado y que era francés y se llamaba Jean y que besaba... ufff, cómo besaba! Y lo mejor, que sabía dulce! Porque a esas horas, y con esa borrachera, uno tiene la boca como un nanas y no te puedes esperar que alguien sepa taaaan bien y bese taaaan bien. Moló mucho, aunque no fue a mayores. Ni me acordé de Susú... Qué bien :)Por cierto, Nils, que se me olvidó sacarme la foto de los aussie en el bar, así que me la hice antes de irme a la cama. Espero que no te importe ;)


Y mañana, aunque sea Año Nuevo, la segunda parte, aunque no sé ni a qué hora será, jajaja!
Feliz salida del 2007 y que el 2008 os traiga todo lo que deseéis, y como la canción: salud, dinero y amor.